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La Ballena de la Vida

¡Juguemos! ... Pongámosle freno a la invitación a destruirnos

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7 mins
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Foto: “After the storm

A pocos ha dejado indiferentes el juego de la Ballena Azul, que se alimenta de las enormes capacidades virales en las redes sociales. Consiste en pasar por una serie de pruebas que conducen al suicidio en 50 días y está pensada para influir a los más jóvenes. Algunos de los retos obligan a permanecer despiertos muchas horas, saltar al vacío, pasarse un día entero viendo películas de terror o tatuarse en el brazo con un cuchillo la imagen de una ballena. A quien acepte el reto se le adjudica un “curador”, que es una especie de guía que le conduce por el camino hacia la muerte.

Así de simple. El juego no es una invención que merezca un nobel por su originalidad. Se centra en las claves básicas de cualquier secta para desestabilizar a una persona y para seducir a un grupo social caracterizado por una vulnerable identidad.

Información hay para todos los gustos, desde la más sensacionalista que se alimenta de contagiar el pánico, hasta la más escéptica que niega rotundamente la relación de este juego con la muerte por suicidio de cientos de jóvenes en los últimos años. En el medio está la que llama al análisis y a la verificación de datos, lo cual deberíamos hacer con esta noticia y con todas las demás. (Ver: Rumores y Redes… Cuando menos es más)

Ya que la información abunda, no me detendré en una descripción exhaustiva ni en un análisis profundo de este juego. Pero sí quiero resaltar aquello que motivó a Philipp Budeikin a crearlo y promoverlo: Dar a las personas lo que no tenían en la vida real: comprensión, calidez y comunicación

Además de esta “solidaria” motivación, Philipp se pone la medalla de descubrir el agua tibia, demostrando que la falta de sueño tiene un efecto sobre el sistema nervioso. Y se siente satisfecho ya que, según él,  ha colaborado con la sociedad limpiando el mundo de gente que no tiene valor para ésta y que, al contrario, le haría daño con su existencia.

Yo no puedo asegurar que el juego de la Ballena Azul esté directamente relacionado con los últimos suicidios de adolescentes aunque sí es evidente que no les está haciendo ningún favor. Pero de las tres motivaciones anteriores, la primera me hace casi admirar al famoso y perverso Philipp, porque ahí sí dio en el clavo: Comprensión, calidez y comunicación.

Comprensión, calidez y comunicación. Lo que más escasea en estos tiempos de contactos virtuales. El mejor anzuelo para conseguir que alguien haga cualquier cosa, con tal de sentir por un momento algo parecido al contacto.

¡Aprovechemos pues el impulso… y juguemos! Pongámosle freno a la invitación a destruirnos. Salgamos de la comodidad de nuestro sillón y propongamos otras maneras de conseguir lo que deseamos.

Estas son las reglas: 

  • No hace falta tener 12 o 14 años. Basta con estar vivos/as.
  • No es necesario seguir al pie de la letra las indicaciones, ni su orden temporal. ¡Haz el juego tuyo, según tus necesidades y tus gustos!

Día 1: Coge pinturas y escribe en tu mano o en cualquier papel tu propio nombre. Si has de usar algo cortante que sea para romper el papel… ¡no tu mano!. Mírate, lee tu nombre cuantas veces quieras. Evita publicar este íntimo momento en Facebook o en Whatsapp. Quédate un rato más contigo mismo/a.

Día 2: Levántate despacio… a la hora que desees, permitiendo que tu cuerpo despierte a su ritmo y si te apetece una película no esperes a que nadie te la envíe. Busca y encuentra lo que más te anime.

Día 3: Toca tus brazos con las puntas de los dedos, recorre así tus venas suavemente. Acarícialas y toma consciencia de la vida que recorre tu cuerpo.

Día 4: Dibuja una ballena, un caballo, a tu perro o a tu gato en una hoja de papel y envíasela a  una de las personas que más quieres en el mundo.

Día 5: Si estás listo/a para encontrarte contigo mismo/a hoy no hace falta que lo escribas. Di simplemente:

Dia 6: Inventa algún lenguaje indescifrable para compartirlo con un/a amigo/a cercano/a.

Día 7: Masajea tus manos apretando suavemente y haciendo consciencia de tus sensaciones.

Día 8: Escribe en tu estado de perfil en Facebook o Tweeter algo que haga sonreir a tus amigos.

Dia 9: Ríe si algo te alegra, llora si algo te entristece. Vence el miedo de ser TÚ.

Dia 10: Levántate cuando quieras y dirígete al lugar de tu casa donde te sientas más protegido/a y cómodo/a.

Día 11: Toca tu cuerpo y siéntete tan hermoso/a que no haga falta ni siquiera tomarte una foto

Día 12: Búscate una película de comedia, un documental o un viaje por la naturaleza y disfrútala por todo el día si aguantas tanto al frente de la tele. Si no, mejor te vas a dar una vuelta o a ver a algún amigo.

Día 13: Escucha la música que más te agrade

Día 14: Besa a alguien que te guste. Si te rechaza no te desanimes. Besa a otro/a. Te prometo que algún día alguien te pedirá que le beses otra vez.

Día 15: Mírate las manos, cuídalas, acarícialas… ¡conócete!

Día 16: Haz algo placentero para ti mismo/a… algo que te de salud y alegría

Día 17: Ve al lugar que más te guste en tu barrio o en tu pueblo. Disponte a disfrutar de la tranquilidad que te da este espacio

Día 18: Ve a la calle y observa cómo hasta los peores atascos de la vida tienen su salida

Día 19: Sube una montaña, si es en compañía mejor. Llévate un rico almuerzo y comparte el logro de tu escalada.

Día 20: Haz lo que más te divierta sabiendo que eres absolutamente confiable, sólo por el hecho de existir.

Día 21: Ten una conversación cara a cara con alguien que te agrade y durante ese tiempo silencia tu móvil para evitar interrupciones.

Día 22: Ve a un parque. Mécete en un columpio y recuerda cómo se te pasaba el tiempo con las piernas colgando mientras soñabas con una vida llena de colores. Si en vez de esto sientes temor o tristeza, proponte buscar ayuda.

Día 23: Cuéntale a alguien un secreto. Mejor si es alguien que conozcas de hace tiempo y en la vida fuera de internet.

Día 24: Haz algo divertido que nunca hayas hecho por miedo o por vergüenza

Día 25: Llama o queda con algún/a amigo/a que no hayas visto desde hace tiempo

Día 26: Proponte ser el/la dueño/a de tu vida y que nadie, por ningún motivo, te interrumpa las ganas de vivir

Día 27: Si vas a una estación de tren, que sea para subirte a este y conocer un lugar nuevo.

Día 28: Habla con quien quieras. Comunícate, abraza, ama, baila en buena compañía.

Día 29: Recuerda que hoy eres la mejor persona que puedes ser hasta ahora. Mañana ya habrá tiempo para ser mejor.

Días 30 a 49: Si estás de vacaciones levántate cuando te apetezca. Pero si no, vas a tener que hacer un pequeño esfuerzo y ponerte el despertador a eso de las 7 o las 8 para  darle al día algún sentido. Estudia, trabaja, lee, investiga, aprende algo, haz un favor a alguien, hazte un favor a ti mismo/a, expresa lo que necesitas, pide ayuda si la requieres, disfruta del sol o de la lluvia, descansa, haz NADA, escucha la música que a ti te gusta, haz algo de ejercicio, comunícate.

Día 50: Invéntate otro juego, lánzate a la vida, diseña tu proyecto, vive tu hermosa existencia!!

¡Que lo disfrutes!

Gracias por compartir este artículo

1 comentario en «La Ballena de la Vida»

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