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Relaciones Difíciles… Así NO son las Cosas

Con la expectativa de que las cosas mejorarán, a veces se pasa el tiempo enfrentando relaciones difíciles

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3 mins
sufrimiento-en-relaciones
Foto: “Espinas” – RCB Fotos

Con la expectativa de que las cosas mejorarán, a veces se pasa el tiempo enfrentando relaciones difíciles. Siempre nos enseñan algo, por supuesto, porque en el camino no hay lección que no valga, pero podemos pensar que la vida no está hecha sólo para atravesar dificultades.

Así es como nos quedamos atrapados/as en dinámicas de sufrimiento en las relaciones personales. Por algún motivo, casi siempre inconsciente, algunas personas eligen experiencias desgastantes apoyadas sólo en la eterna esperanza de que algo cambiará. Y digo “eligen”, porque aunque nos pensemos dramáticamente elegidos/as por las desventuras, siempre ha habido al menos una oportunidad para abrir o para cerrar una puerta.

También se puede aprender de la fluidez, de lo simple de un encuentro que se va creando paso a paso, en vez de dejar la vida a la deriva, atascada en las redes de las imposibilidades.

Es interesante ver cómo estas dinámicas no se reducen a una relación puntual. Por el contrario, es común que se repita el esquema. Una experiencia recuerda en algo a la anterior, conformando así una cadena de dramas que puede uno llegar a pensar que, simplemente, así son las cosas.

“Así son las cosas”. Las relaciones con otras personas son difíciles, dolorosas. Los hombres no se comprometen, las mujeres no se aclaran, los jefes son unos tiranos, los amigos unos traidores.

Y con estas letanías no hay más remedio que delegarle a la buena suerte el poder de cambiar el propio destino o a la mala suerte el poder de evitar los movimientos necesarios para el cambio. ¿Para qué cambiar si así son las cosas?

Por fortuna, aquellas convicciones no siempre consiguen ahogar por completo la tendencia que tenemos a la vida. Así que, cuando el sufrimiento deja de ser una ley y se convierte en un inconveniente, inmediatamente aparece la oportunidad para ganarle el juego.

En este momento, conocer los rasgos del carácter será de gran ayuda. Trabajar en el desbloqueo de las funciones naturales será un vehículo seguro para despertar. Hacer un repaso a la biografía permitirá encontrar motivos y maneras de transformar el sufrimiento en oportunidad.

Desde diferentes aristas se puede desenredar esa pesada red de impedimentos que han llegado a convencer de que las cosas son así y no hay más remedio que soportar el dolor en cualquier tipo de relación personal.

La capacidad de vivir con placer nos pertenece a todas y a todos. Siempre hay tiempo para despertar, cambiar y disfrutar de nuestra manera natural de ser. 

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