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Cambiar no es fácil… pero tampoco Imposible

Las revoluciones nunca vienen envueltas en papel de seda. Pero el más valioso regalo que podemos dar y darnos es la posibilidad de transformar aquello que nos hace sufrir

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7 mins
cambios-con-psicoterapia-caracteroanalitica
Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir
porque no es lo mismo que vivir, honrar la vida
–Eladia Blázquez–

Todo parecía estar bien. Un cómodo equilibrio mantenía el ambiente tibio y sin mayor contratiempo pasaban los días. Cada cual cumplía con su papel y el conflicto o el desacuerdo eran rápidamente estrangulados con algún gesto de censura o para no molestarse tanto, con un simple cambiar de tema… Y a otra cosa para tener la fiesta en paz. 

Por algún motivo aún no identificado, a alguien se le ocurrió cambiar. Pensaba que tal vez el malestar que habitaba en su cuerpo daba señales de alguna distorsión, que las ideas repetitivas y algunas veces irracionales iban a acabar enloqueciéndole y que lo que llamaban estabilidad o plenitud no se parecía en nada a la deprimente apatía en la que se estaba dejando los mejores años de su vida. 

Esta puede ser la historia de algunas personas, no pocas, en los tiempos actuales. Y cada una responde como se lo permiten sus rasgos caracteriales que funcionan tan bien cuando las respuestas naturales no están disponibles.

Algunas deciden emprender un proceso de cambio que transforma su estar en el mundo de manera muchas veces radical. 

Pero cambiar no es ir por el mundo de manera errática. Esta es una interpretación, también muy común hoy en día, en que el famoso «todo cambia» se parece más a una falta de compromiso que al devenir de una vida en movimiento.

Cambio es algo más complejo que decir hoy sí y mañana no, porque me apetece o deja de apetecerme. Cambio es apuesta, riesgo y capacidad de permanecer desde otro punto, diferente al simple transcurrir. 

Casi siempre los cambios vienen con desafíos y estos no se reducen a la ya incómoda salida de la conocida zona de confort. Recordemos que hacemos parte de diversos sistemas humanos y estos también se verán afectados por nuestros movimientos individuales. 

Por eso suele pasar que cuando uno se transforma, el sistema también lo hace. Y a veces lo hace a regañadientes, oponiendo todas las resistencias posibles para mantener su equilibrio

Sucede con alguna frecuencia en el proceso  psicoterapéutico caracteroanalítico. Cuando la coraza caracterial y muscular empieza a resquebrajarse, la manera de actuar en el mundo sufre también una transformación. Y aunque esta sea una clara señal de mejora, puede haber ciertas discrepancias más relacionadas con lo inconveniente de este cambio en el equilibrio estático del sistema. 

Ejemplos hay por montones. Hablemos de algunos:

  • Quien siempre ha aceptado pasivamente relaciones abusivas y gracias a la Psicoterapia progresivamente decide poner límites. 
  • Quien ha vivido con un bloqueo en la expresión de las emociones y se ha caracterizado por un afecto plano, como si nada le afectara especialmente y que después de un tiempo de Psicoterapia descubre su capacidad de responder a los estímulos de una manera coherente. 
  • Quien ha vivido según las expectativas de los demás pero ahora descubre su propio proyecto de vida, con lo cual decide cuestionar o abandonar algunas de las opciones anteriormente elegidas.
  • Quien ha asumido un rol determinado en el engranaje de las dinámicas de relación con los demás y en su proceso psicoterapéutico descubre que este rol distorsiona su salud, con lo cual elige dejar salir a su ser más auténtico aunque no coincida con lo establecido. 
  • Quien ha vivido bajo el manto de la culpa y el victimismo manchando con ellos todas sus experiencias vitales, lo cual disminuye en el proceso psicoterapéutico dando paso a vivencias más genuinas acompañadas por la libertad y la responsabilidad frente a la gestión de la vida.
  • Quien ha protegido su inseguridad con actitudes de arrogancia, clasismo y fobia a todo lo diferente y en la Psicoterapia se desvela su necesidad de vivir relaciones transparentes, recíprocas y respetuosas con los demás.

En cualquiera de estos ejemplos podemos comprender la importancia de la experiencia psicoterapéutica en la vida de una persona aquejada por ansiedad, depresión, insomnio, ideas repetitivas, disfunciones sexuales, respuestas psicosomáticas y otros síntomas que disminuyen significativamente en el transcurso de la terapia. 

 Lo que parece increíble es que, en ocasiones, con los avances que van surgiendo en el proceso el entorno no sea capaz de validar el cambio:

  • Qué calladito(a) eras antes y desde que vas al psicólogo te has vuelto respondón(a)
  •  ¿Ahora me vienes con que eres dueño(a) de tu vida?
  • Cómo has cambiado… Eras todo ternura y ahora te da por enfadarte cuando algo no te gusta
  • Has bajado el nivel desde que hablas con gente negra/inmigrante/pobre…
  • ¿Pretendes psicoanalizarme? Aquí siempre se ha hecho todo igual y así seguirá siendo
  • Antes te dejabas «aconsejar». Ahora sólo haces lo que te da la gana
  • Has perdido tus valores. ¿No recuerdas que el matrimonio era para siempre?
  • Tus abuelos se estarán revolcando en su tumba al ver cómo transformas la empresa familiar

No todos los sistemas reaccionan por igual. Algunas parejas y familias se unen en beneficio del cambio y asumen las consecuencias de manera natural. Otras sacan toda la artillería para evitar lo que perciben como una amenaza. 

Esto depende en gran medida de la flexibilidad del carácter del sistema familiar o de la pareja. Si las relaciones se basan en dinámicas caracteriales estáticas, autoritarias o incongruentes en la comunicación, no sorprende este tipo de respuestas bloqueadoras. 

Aún así el cambio es posible y la experiencia demuestra que la mayoría de las veces el mismo sistema se beneficia y cambia también positivamente cuando consigue readaptarse a la transformación de uno de sus miembros y comprender el sentido del movimiento hacia la salud.  

Así que se gana mucho cambiando cuando hace falta. Se gana en salud, libertad, paz, tiempo, placer, alegría, emoción. Pero como no todo es fiesta, también se gana en soledad, consciencia, aprendizaje, responsabilidad o humildad. 

Cuando se cree estar perdiendo también se gana, pues lo que percibimos como pérdida en este caso es en realidad una transformación necesaria, que trasciende lo individual y ahí es cuando podemos comprobar que la Psicoterapia está teniendo buenos resultados.

Las revoluciones nunca vienen envueltas en papel de seda. Pero el más valioso regalo que podemos dar y darnos es la posibilidad de transformar aquello que nos hace sufrir.

Gracias por compartir este artículo

1 comentario en «Cambiar no es fácil… pero tampoco Imposible»

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