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Lista de Tareas NO Pendientes

En mi lista de tareas NO pendientes quedan unas cuantas cosillas "por hacer”, que dan sentido a organizar el tiempo en este mundo real y facilitan los quehaceres cotidianos

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5 mins
tareas-pendientes
Foto: Sandra Keil
Hoy continué tomando rumbo a mi región con dulce látigo de abeja en la conciencia. Hoy me perdí amar con planificación pero gane a lo que partió con la prudencia
– Silvio Rodríguez –

Llegó el momento, otra vez. Las épocas de cambio parecen mover alguna tecla interna que nos lleva a reflexionar sobre cómo va nuestra vida.

¿Tenemos proyectos? ¿Estamos satisfechos/as con lo que ha traído el último tiempo? ¿Se han cumplido nuestras expectativas?

Seguramente sentirás que algunos planes se quedaron pendientes y más aún, que año tras año siguen estándolo. Arreglar los cajones de ese armario que ya parece haberse acostumbrado al caos, llamar a aquel amigo al que no vemos desde hace tanto tiempo, viajar a ese lugar tan anhelado, hacer alguna labor creativa o apuntarnos a un curso para mejorar nuestro bienestar. 

Hacemos listas y listas de las cosas pendientes. Yo por mi parte toqué fondo cuando llegué a imaginar una lista de las listas que tengo por hacer. Fue en ese momento cuando decidí cerrar mi aplicación de tareas y escribir lo que estás leyendo ahora. 

Porque por más listas que hagamos y por buenas intenciones que tengamos, basta un click para aplazar mágicamente algunos asuntos hasta el mes que viene… y el que viene… y el que viene. Y así, hay tareas y buenas ideas que con sólo 12 clicks al año se dedican a pasear erráticamente por el calendario hasta que  el día del balance nos damos cuenta de que simplemente están  perdidas.

¿Son realmente importantes estas tareas? Tan importantes que deberíamos prohibir a nuestra agenda su mal hábito de arrinconarlas en beneficio de las urgencias cotidianas? 

Al ver que mi agenda acumula unos cuantos planes ya acomodados a sus anchas desde hace dos o tres años, se me ha ocurrido agruparlos en una lista… Sí… ¡otra lista! Esta vez la de las «Tareas NO Pendientes». 

Con esta pequeña trampa me quité algo así como 20 kilos de piedras en la mochila que llevaba a las espaldas sin darme cuenta. Denominé “NO pendientes” a estas tareas porque visto lo visto ninguna de ellas era imprescindible ya que mi supervivencia, mi alegría o mi vitalidad nunca dependieron de ellas. Si así hubiera sido ya no estaría contando el cuento. 

Al cambiar de estatus, gran parte de estas tareas saltaron por los aires difuminándose en minúsculas partículas hasta desaparecer, ya que eran producto de motivaciones pasadas y hacía tiempo habían perdido su sentido. 

Otras se aferraban a su casilla con actitud persecutoria, como ese pepito grillo disfrazado de buen rollo que no tiene nunca suficiente y que siempre espera más, más y maaaas…..

Pese a su tozudez, estas tareas no tuvieron que convertirse en partículas diminutas para desaparecer pues de eso me encargué yo eliminándolas de un tajo y sin ninguna compasión. 

Por fortuna, en mi lista de tareas NO pendientes quedan unas cuantas cosillas «por hacer”, que dan sentido a organizar el tiempo en este mundo real y facilitan los quehaceres cotidianos. 

Algunas de ellas necesitan sólo algunos minutos para completarse, otras una tarde y otras algo más de tiempo. Pero ninguna amenaza ni señala, ni ahoga mi tiempo. 

Y hay otras que más que tareas parecen sueños, antes acorralados en las gruesas celdas del calendario virtual. 

Sueños abrigando la esperanza de ser liberados algún día. Deseos que nunca merecieron ser cortados y que ahora renacen, volando libres y traviesos en mi mente y haciendo parte del presente como todo lo que hago cada día con amor, sin prisa, sin miedo y sin ese terrible sentimiento de las «cosas por hacer”.

Sueños y deseos tan reales, tan vivos, tan posibles que ya no es en absoluto necesario encerrarlos en una lista de tareas. 

Que el cambio te encuentre con ganas de aligerar tu vida, actualizar tus deseos, hacer lo que te da sentido, abandonar los innecesarios pendientes y disfrutar del eterno presente.

Gracias por compartir este artículo

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