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Ser débil, ser fuerte – El mundo al revés

Cuando alguien llega a mi consulta de Psicoterapia en Denia y le escucho decir... "es que soy débil", mientras yo solo veo un cuerpo atrapado en sus defensas, me pregunto qué entiende esa persona por "debilidad"

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4 mins
debilidad-psicologica-o-social
Imagen: https://mariaclararuiz.com

Debilidad… no gusta esa palabra. No suele ser la manera preferida de presentamos, al menos al principio. Imagínate que conoces a un chico o a una chica y en la primera cita te pregunta: 

¿Y tú… cómo eres?… 

A lo que tú respondes: 

Soy débil

Sería divertido ver los gestos de sorpresa de tu nuevo/a amigo/a. Porque lo más usual en esos momentos es sacar a relucir y hasta a aumentar las mejores cualidades. Y se supone que hay que ser exactamente lo contrario a la debilidad, es decir, la viva imagen de la solidez, de la decisión y la asertividad… de la fuerza. 

Pero cuando alguien llega a mi consulta de Psicoterapia en Denia y escucho ese… «es que soy débil», mientras yo solo veo un cuerpo atrapado en sus defensas, me pregunto qué entiende esa persona por debilidad.

De entrada supongo que no le falta razón. Mejor ir por la vida con todos los recursos en marcha. Mejor tener energía para comerse el mundo. Eso es lo natural. 

Pero si un día te levantas con esa flojera que de vez en cuando sientes, o pasas una temporada de duelo, confusión, oscuridad o lentitud… ¿eso también te convierte en una persona débil?… 

No lo sabemos, aún. Pero sí sabemos que hay, por ejemplo, depresiones o estados crónicos de ansiedad que nunca debieron enquistarse, simplemente porque se originaron en un momento dado y por un motivo puntual, pero que fueron tratados como graves afecciones en la salud mental.

Pienso que la confusión entre ser débil y ser fuerte no reside en las palabras, sino en el sentido que a veces les damos y en las circunstancias, sentimientos y experiencias a las que se les asocia.

Puede ser que te hayan dicho alguna vez que los débiles no son para este mundo. Que hay que ser «fuerte», o sea que nada te debería afectar. Que lo pasas mal porque te ahogas en un vaso de agua cuando te asustas, te enfadas o te pones triste…

Puede ser que te sientas incapaz… y si es así te propongo mirar por un momento el mundo del revés:

💧 Debilidad no es lo mismo que sensibilidad y tampoco que vulnerabilidad, así como fuerza no es lo mismo que violencia ni compulsivo intento de control.

💧 Fuerte no es quien se mantiene impenetrable a todo, sino quien se anima a conocer su cueva interna.

💧Ser débil no es llorar cuando algo nos duele o nos conmueve, sino evitar sentir las emociones. 

💧 Fuerte no es quien se saca las castañas del fuego todo el tiempo y siempre en soledad, sino quien es capaz de pedir y recibir ayuda cuando la necesita.

💧 Débil no es quien se atreve a amar, sino quien no se arriesga a atravesar su coraza para entregarse. 

💧 Fuerte no es quien cree tener la única verdad, sino quien se atreve a dudar, a preguntar y a tomar una postura individual. 

💧 Débil no es quien se cae y se queda en el suelo mientras toma aire para levantarse, sino quien se agarra de todo lo humano y lo inhumano para no tropezar jamás.

💧 Fuerte no es quien nunca se costipa, sino quien reconoce las señales de su cuerpo al enfermar. 

Conviene parar… mirar el mundo del revés y replantearse ese montón de frases hechas, que se clavan como espadas en nuestra simple y pura humanidad.

Soltar la fachada que el creciente narcisismo de esta sociedad impone y permitir que florezca una identidad más propia, más auténtica y por lo tanto más sana

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