
Lo que sí sucede y está bien comprobado, es que cuando somos capaces de mirarnos a nosotros mismos de verdad, también somos capaces de mirar hacia afuera. Cuando tomamos consciencia de cómo nuestra historia personal condiciona nuestro carácter y por lo tanto nuestras relaciones, queremos y podemos influir en el mundo con bastante acierto.
Hace falta manifestarnos –cada uno a su manera– en contra de la violencia, de la injusticia, de la miseria social que bloquea, deprime y mata. Hace falta ocupar todos los espacios disponibles y si es necesario abrir otros nuevos para participar de lo que acontece en el mundo. Leer Más