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La Incapacidad de Amar

Ser capaz de amar no supone estar siempre bien, dando besos y abrazos y diciéndole a todo el mundo que se le quiere. Se puede ser capaz de amar, estar muy alegre y también muy enfadado. Sentirse deprimido/a por una pérdida pero no roto ni perdido por ésta. Se puede amar y también odiar. Se puede ser humano y por lo tanto ser capaz de amar

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La cura de los trastornos psíquicos requiere en primer término el establecimiento de la capacidad natural de amar. Ello depende tanto de las condiciones sociales como de las condiciones psíquicas 
– Wilhelm Reich –

Pensamos el amor. Sentimos el amor pero … ¿Somos capaces de amar?

¡Qué pregunta! dirán algunos… ¡Por supuesto que soy capaz de amar! Basta con contar las veces que me he enamorado, mi talento para la seducción, la facilidad con la que ligo cada vez que salgo a la calle, los años que estuve en pareja o los que llevo, que no son pocos. 

Lamento hacer de aguafiestas pero eso no garantiza que seamos capaces de amar. Permanecer en una relación de pareja, ser detallista, atractivo/a o buen/a amante merece posiblemente una felicitación pero no necesariamente supone una garantía de la capacidad de amar.

Porque la capacidad de amar trasciende con abrumadora distancia los 10 tips que puedes encontrar en internet sobre cómo sacarse la medalla de oro en el arte del amor. 

Lejos de pretender explicar aquí la compleja teoría reichiana en la que me baso para escribir esta entrada, me permito compartir algunas de las ideas que llevaron a W.Reich a afirmar que el amor (así como el trabajo y el conocimiento) debería gobernar nuestra vida ya que de ellos emerge la energía que permite nuestra existencia.

Psicoterapia Caracteroanalítica y  Capacidad de Amar

Quienes eligen la Psicoterapia Caracteroanalítica como proceso terapéutico, con frecuencia llegan con la expectativa de descubrir por qué les resulta tan imposible dar y recibir amor y en vez de eso sienten desprecio, rechazo, culpa, vacío y de todas maneras grandes dificultades para implicarse en relaciones amorosas profundas, aún cuando les gustaría sentir lo contrario. 

Cuando la coraza caracterial y muscular permanece rígida, ya podemos dar mil consejos, vídeos de relajación y clases magistrales de amor a los demás. Nada va a cambiar. Recordemos que no es que no se quiera… ¡ES QUE NO SE PUEDE! 

La rígida coraza

Y querer pero no poder no lo hace a uno mala persona, pero sí alguien que sufre. Sufre de NO naturaleza, de NO vitalidad, de NO plenitud en el contacto con las cosas y con las personas. 

Porque cuando la coraza permanece rígida, son los mecanismos de defensa los que controlan el mundo emocional atrapado en sus mandatos y eso impide la posibilidad de gestionarlos dejando lugar a la experiencia del amor. 

Un ejemplo fácil de comprender es el de quien anhela amar intensamente pero no puede debido a la represión de su sexualidad. Como cuando uno quiere gritar o cantar o caminar… pero no puede. Y cuando uno no puede amar tampoco puede odiar, con lo cual el mundo se convierte en un lugar estéril y desértico.

Pero en el desierto también pasan cosas. Por ejemplo un atisbo de posibilidad y acto seguido un miedo que bloquea esa posibilidad. O el bloqueo en la expresión del amor y a la vez el odio por el miedo de expresarlo. O tal vez simplemente el no saber si se odia o si se ama. 

A esto le llamamos ambivalencia y en la Psicoterapia Caracteroanalítica se puede descubrir, elaborar y resolver comprendiendo sus motivos y  permitiendo su liberación en el cuerpo por medio del trabajo psicocorporal.

La Impotencia Orgástica  

No falta todavía quien se acerque a un psicoterapeuta reichiano y sintiéndose muy listo le suelte algo como…  “Los reichianos sólo piensan en el sexo… ¿no?”.  

Saltan las alarmas cuando decimos que la Psicoterapia Caracteroanalítica es en sí misma una terapia sexual. No les gustan estos términos a quienes asocian sexo con algo sucio o pecaminoso y da morbo a quienes ven la palabra “sexo” en todo lo  que se mueve y cause algo que denominan placer, pero que es muy diferente de lo que significa dentro del lenguaje reichiano. 

La potencia orgástica no se limita al orgasmo que creemos experimentar en relaciones sexuales sin contacto emocional, ansiosas o llenas de sentimientos de culpa, en posturas incomodísimas, en ejercicios mecánicos para funcionar de maravilla en la cama o en la ansiosa búsqueda del punto G… 

Textualmente, la potencia orgástica se refiere a:

[…] “la capacidad de entrega en el acmé de excitación sexual durante el acto sexual natural. En el caso de la impotencia orgástica la energía biológica está bloqueada y se convierte en fuente de manifestaciones de conducta irracional. —W. Reich (en “La Función del Orgasmo”)

Nos quejamos los terapeutas de aquellos erráticos comentarios que sólo reflejan ignorancia. Pero creo que nunca llegaremos a sufrir nada parecido a las difamaciones que en su momento enfrentó Wilhelm Reich, a quien algunos tacharon de perverso sexual y corruptor de jóvenes inocentes. Sobre esto escribió este clarificador párrafo:

Este es el punto donde siempre se bloquean las discusiones y que hace tan difícil la lucha  por una vida sana. A causa de ello mis adversarios argumentan al margen de la cuestión. Al hablar de sexualidad no pienso en un mecanismo neurótico de coito, sino en una relación sexual de amor; no en el orinar-en-la-mujer, sino en hacerla feliz. En otras palabras, si no diferenciamos los aspectos secundarios, no-naturales, de la sexualidad, de las necesidades naturales sexuales profundamente escondidas en cada persona, no podremos llegar a ningún lado. —W. Reich (en “La Función del Orgasmo”)

Así que si pretendemos expresar la capacidad de amar en la experiencia sexual mientras nos mantenemos ajenos a los aspectos caracteriales que nos impiden amar con naturalidad,  podemos darnos infinitos golpes contra la pared que no lo vamos a conseguir.

Mientras no veamos los estragos que la doble moral, la educación autoritaria y la represión sexual han causado en nuestro sistema psíquico y bioenergético, difícilmente podremos desligar el disfrute sexual del sentimiento de culpa o el amor del sadismo que algunos acostumbran a llamar placer.

Porque cuando la sexualidad se vive con culpa, desprecio o con cualquier otro tipo de inhibición, lo que se manifiesta no es precisamente lo bien que alguien se lo está pasando sino un conflicto entre lo que debería salir con naturalidad y la percepción de que eso natural es malo.

Des-idealizando…

Podríamos pensar que quienes son capaces de amar, además de afortunados viven en la permanente gloria del amor, abiertos y fluidos e impermeables a cualquier mal momento o sentimiento doloroso. Nada más lejos de la realidad. 

Ser capaz de amar no supone estar siempre bien, dando besos y abrazos y diciéndole a todo el mundo que se le quiere. Se puede ser capaz de amar, estar muy alegre y también muy enfadado.  Sentirse deprimido/a por una pérdida pero no roto ni perdido por ésta. Se puede amar y también odiar. Se puede ser humano y por lo tanto ser capaz de amar.

Lo que no se puede es decir que uno ama cuando está con otra persona en la exigente expectativa, el control y la posesión, en la angustia, la culpa, el sometimiento, la manipulación, el chantaje o la amenaza directa o velada.

Porque estos no son más que la viva expresión de las defensas del carácter, cuyos motivos no son siempre los mismos para todo el mundo pero se pueden hacer conscientes en el proceso psicoterapéutico, donde se llega a comprender por qué la incapacidad de amar provoca otras reacciones como son la violencia, la disfunción sexual, la plaga emocional y en todo caso la infelicidad. 

La vida es larga o corta, según desde donde se la mire. Y sea como sea, el amor natural puede llenar nuestros espacios de salud e intensidad para una experiencia vital auténtica. ¡Por supuesto que vivir mejor es posible!


Nota: Para la creación de este artículo me he apoyado en las obras de  Wilhelm Reich: “El análisis del Carácter” y “La función del Orgasmo”. Para profundizar en el tema sugiero acceder a su lectura. En la biblioteca de este blog encontrarás la referencia de estas y otras publicaciones suyas así como de sus continuadores, gracias a los cuales el paradigma reichiano se actualiza permanentemente.
💧Ultima actualización: 30 Enero de 2022

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