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Mujeres Corrientes, Artífices de la Historia

El 8 de Marzo es un día para conmemorar. Es un alto en el camino para recordar lo que ha sido y se ha transformado en nuestra sociedad y también lo que falta por avanzar

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8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. Al día de hoy no conozco a nadie que no lo sepa y de tanto que se habla de eso, parece que sobrara un escrito sobre el tema. 

Pero cuando escucho comentarios como… “¿entonces cuándo vamos a tener el día del hombre?” ó… “me gustaría que me regalaras una cajita de bombones porque es mi día”…, me parece que nunca sobra un poquito más de reflexión:

8 de Marzo, Un día para Conmemorar

Es un día para conmemorar. Es un alto en el camino para recordar lo que ha sido y se ha transformado en nuestra sociedad y también  lo que falta por avanzar. 

Y ahí es donde empiezan las discusiones…. 

¿Y es que acaso no tienen derechos las mujeres? 

¿No les damos todo lo que piden?

¡¡Si hacen lo que quieren!! 

En realidad, las raíces de esta conmemoración se encuentran en el movimiento obrero del siglo XIX, en el que las mujeres empezaron a alzar su voz. Y a partir de ese momento mujeres de todas partes del mundo empezaron a salir a las calles para exigir los más básicos derechos.

Aquí puedes leer una historia sobre el 8 de Marzo

Votar, estudiar o tener una cuenta en el banco fueron los primeros motivos para no callar nunca más. Disminuir las largas e inhumanas jornadas laborales y la desigualdad de derechos civiles, sociales, políticos y religiosos también fueron entrando en debate. A las mujeres se les podía maltratar porque eran propiedad de un padre o de un marido. Y si no se les maltrataba era cuestión de suerte y no de derecho. 

Así pues, el 8 de Marzo fue la fecha elegida por la ONU en 1975 y se refiere a “las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre”.

Entonces no tiene nada que ver con mimar a la mujer ese día ni seducirla para que siga siendo tan dulce como hasta ahora. Se refiere a la “lucha plurisecular”, aunque suene más feo. A la lucha que durante siglos las mujeres han dado para obtener sus derechos. Y aquí estamos. 

Aquí estamos debatiendo todavía por qué es necesaria esta llamada de atención, el 8 de Marzo y todos los días del año si hace falta… y tanto que la hace. 

Porque millones de mujeres seguimos pensando que no es suficiente. Porque miles y miles de ellas aún no tienen el derecho de decidir por su vida, de ser dueñas de su cuerpo, de tomar sus decisiones. 

Porque aún no existe en todo el mundo una equidad salarial entre hombres y mujeres. Porque no hay una adecuada conciliación entre la vida laboral y personal. Porque aún miles de mujeres son maltratadas y asesinadas dentro y fuera de sus hogares, guste o no guste escucharlo,  por su condición de género.

Porque hay un desproporcionado mayor riesgo de mujeres a ser violentadas, cuando no asesinadas por sus parejas o ex parejas (Ver).

Por eso, cada acto en relación con la igualdad de derechos entre hombres y mujeres tiene sentido y no es obligatorio ser mujer para sumarte. Cada vez más hombres y mujeres nos encontramos en la mutua necesidad de cambiar la historia en la que nos perdimos unos a otras.

Salir a la calle y unirse a una manifestación pública es una buena idea, pues ayuda a resaltar el efecto de las mujeres en la sociedad. Pero ésta no es la única manera posible. Existen otras opciones en caso de que no sea tu alternativa. 

Si, por ejemplo, tus múltiples ocupaciones te impiden tomarte un tiempo para participar en una actividad colectiva, puedes crear tu propia conmemoración en el café con compañeros/as, en el desayuno con tu hijo o tu hija, en una distendida conversación con tu pareja, en la forma de estar contigo mismo/a. 

Si, ya he oído que estás muy ocupado/a… pero 10 minutos seguro que tendrás…

Te propongo tomar consciencia de tu situación con respecto a la igualdad de género. De tu rol, de lo que permites, actúas o defiendes. 

Observar si en tus dinámicas familiares y sociales actúas como agente de cambio o como perpetuador/a de la desigualdad, ya sea en el trato a niños y niñas de tu entorno, en tu relación de pareja, en el autobús, en la tienda o en tu propia cabeza. 

Si tienes la oportunidad, compartir alguna de tus historias (seguro que alguna tienes) y  escuchar otra. 

También puedes aprovechar las redes sociales para comunicar tu visión sobre el tema. Te aseguro que alrededor de ese día encontrarás desde extensos documentos hasta divertidos mensajes de conmemoración.

Pero si no eres ni de redes ni de contar historias también puedes expresarte. Y para eso no hace falta abandonar tu propio estilo. Apoya, por ejemplo, a una persona que sí desee participar activamente pero que tenga algún impedimento que tú puedas solventar. 

Porque a veces haciendo menos se hace más… 

Porque la falta de equidad por razones de género es asunto tuyo. Porque tu libertad o la mía nunca serán completas mientras exista en el mundo una mujer con las alas heridas o la vida cortada. Porque vamos avanzando, aunque a paso de tortuga. Porque mucho se ha ganado. Porque aún falta algo por lograr.

Gracias por compartir este artículo

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