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Ruptura de Pareja y su Torbellino Emocional

Sobre la ruptura de pareja hay muchísimos, ¡demasiados!… mensajes que suenan por aquí y por allá y que normalizan la plaga emocional de la que hablaba Wilhelm Reich

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6 mins
La Ruptura De Pareja Y Su Torbellino Emocional
Imagen: Bingo Naranjo

¿Quién se lo ha pasado bien en medio una ruptura de pareja? ¡Nunca es algo divertido!. Es una experiencia vital conmovedora, que toca fibras muy profundas relacionadas con nuestros más antiguos vínculos.

Lo que sí es muy común es que, mientras experimentamos el final de una relación amorosa, sintamos como mínimo un desequilibrio emocional, cuando no una fuerte frustración, abandono, culpa, resentimiento, odio, celos, rabia, tristeza, miedo y muchas otras sensaciones, emociones y sentimientos. Sentir esto o aquello no nos convierte en personas malas o enfermas. Pero…

¿Qué hacemos con todo ese torbellino emocional?

Eso ya depende en gran medida de la manera como gestionamos las emociones y de los recursos que tengamos a mano para hacer frente a la elaboración de la experiencia.

Contamos con más, menos, mejores o peores recursos, según nos haya ido en la vida, de acuerdo con nuestras referencias familiares y educativas o con los usos culturales en los que hayamos crecido inmersos.

Todo esto nos ha aportado percepciones particulares acerca de las relaciones amorosas y también de los finales, que a día de hoy podemos replantear si ya no las consideramos acertadas. Pero para eso hace falta reflexión, autonomía y voluntad de cambio. Algunas rupturas, por cierto, nos ofrecen grandes oportunidades para la evolución personal.

Se puede elaborar la pérdida, sentirla, llorarla, resolverla. Se puede… o no se puede. Y cuando no, sí se puede aceptar apoyo emocional y dejarse acompañar o, por el contrario, dedicarse a amargar al o a la «ex» a punta de manipulaciones, chantajes, denigraciones, escenas de celos, venganzas, intentos de posesión, etc., como bien sabemos que sucede en nuestra sociedad, cuando no en la propia casa.

Plaga Emocional, una forma artificial de expresión

Lo anterior me recuerda, de nuevo, a una de las grandes aportaciones de Wilhelm Reich, cuando hablaba de la «Plaga Emocional», y que sintetizó de manera magistral en su libro «El análisis del carácter». Tiene que ver con haber desarrollado formas artificiales de expresión, por haber suprimido las manifestaciones vitales naturales. Esto lo decía el propio Reich, y lo siguiente también, donde aclara las diversas maneras de manifestarse la plaga emocional:

El misticismo en su forma más destructiva, el impulso activo y pasivo por la autoridad, el moralismo, las biopatías del sistema vital autónomo, la política partidaria, la plaga familiar que he denominado «familitis», los métodos sádicos de educación, la tolerancia masoquista de tales métodos o la rebelión criminal contra ellos, el rumor y la difamación, la burocracia autoritaria, la ideología bélica imperialista, todo lo que se resume en la palabra «racket» («extorsión»), la antisocialidad criminal, la pornografía, la usura, y el odio racial. – W. Reich.

Uff!! Muchas oportunidades para desplegar esta distorsión de nuestra salud. Pero volvamos a la ruptura de pareja… la difamación, por ejemplo, cuando después de lo bien que estábamos, poniendo en redes cada copa de vino a la luz de luna, cada paseo a la playa, cada momento de éxtasis… de un día para otro nos dedicamos a poner verde a la ex-pareja, hablando en presencial y en virtual de lo malo/a, egoísta, impotente o frígida que era, lo mal que olía, cantaba o besaba… ahora está de moda decir que era «narcisista» pero que no nos habíamos dado cuenta hasta que lo miramos en internet.

Pero detrás de esas respuestas tan poco saludables, lo que hay es un gran sufrimiento, al que debemos atender

Es bien complejo el concepto de plaga emocional, mucho más lo que supone y, como vemos, no hay quien se salve de sus alcances. El tema es apasionante como todo lo que tiene que ver con W. Reich y con la Psicoterapia Caracteroanalítica.

En nuestra propia casa

Pero sigamos con las relaciones que se rompen y cómo las gestionamos. W. Reich decía que:

Toda persona consciente descubrirá la plaga emocional en sí misma y así comenzará a comprender qué es lo que una y otra vez lleva al mundo al borde del desastre. El «nuevo orden», como siempre debe comenzar en nuestra propia casa. —W. Reich.

Y en nuestra propia casa están nuestras personas y vivencias actuales, nuestro carácter, nuestra manera de vivir la frustración, las pérdidas, los duelos, las rupturas amorosas.

En nuestra casa también están los noticieros, las películas, las series que vemos y, por supuesto, la música que escuchamos y que influye profundamente en nuestra manera de percibir los acontecimientos vitales. Es algo así como: dime lo que ves o lo que escuchas y te diré quien eres.

Las canciones que escuchamos

La música se ha ganado la bien merecida fama de relajar, alegrarnos, acompañarnos, hacernos recordar. También es una fiel representante de nuestras culturas, nos ayuda a expresar los sentimientos y a veces a comprenderlos.

Cuando pasamos por una ruptura de pareja, las canciones que escuchamos nos ayudan a sacar lo mejor. pero a veces también lo peor de nosotros/as mismos/as y por eso estaría bien elegir con consciencia lo que consumimos por los oídos, así como lo hacemos (espero…) con lo que vemos o comemos.

Porque no es lo mismo elegir lo que escuchamos con consciencia, que pasar la tusa, el guayabo, el bajón o el despecho, tomando aguardiente, cerveza o lo que sea y repitiendo como autómatas estrofas de este estilo:

💧Para que no te vayas voy a volverme loco o enfermaré de muerte a ver si te arrepientes.

💧Volverás porque yo quiero que vuelvas, volverás porque es probable que no tengas otra opción

💧A ti te quedé grande y por eso estás con una igualita que tú-uh-uh-uh-uh

Hay muchísimos, ¡demasiados!… mensajes que suenan por aquí y por allá y que de tanto oírlos y repetirlos ayudan, no a pasar un duelo en condiciones, sino a normalizar la plaga emocional de la que hablaba W. Reich. Lo impactante es que, a pesar de tanta «evolución» en nuestras sociedades, transmitir enfermedad resulte más rentable que invertir en salud.

Por fortuna esto no es lo único a nuestro alcance para expresar emociones por medio de la música que escuchamos. Hay otras canciones, algunas también muy actuales, que nos dan otro tipo de estímulos y que sacan de nosotros lo mejor, sin por ello tener que dar la espalda a nuestros sentimientos y emociones más desagradables, ni tampoco renunciar al auto-respeto.

Próximamente publicaré una entrada muy especial, en la que propondré unas cuantas canciones que pueden acompañarnos de una forma sana y emotiva, mientras elaboramos la dolorosa ruptura de una relación de pareja.
👇¡¡No te la pierdas!!👇


Nota: Para la elaboración de una parte de este artículo me he apoyado en el Capítulo XII del libro “El análisis del Carácter”, de Wilhelm Reich: «La Plaga Emocional». Si deseas profundizar en el tema te sugiero acceder a su lectura. En la Biblioteca de este blog encontrarás la referencia de estas y otras publicaciones suyas así como de sus continuadores, gracias a los cuales el paradigma reichiano se actualiza permanentemente.
💧Ultima actualización: 3 Octubre de 2023

Gracias por compartir este artículo

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