No siempre es clara la señal de necesitar ayuda psicológica. Se supone que uno tiene que luchar y sacarse las castañas del fuego en soledad. Se supone que hay que enfrentar la vida sacando pecho y conteniendo el aire. También se supone que la vida está para disfrutarla y que uno no debería invertirla en intentos frustrados de escapar de los conflictos.
He hecho una lista de los diferentes motivos por los que las personas buscan ayuda psicoterapéutica, basándome en mi experiencia profesional. Para entrar en detalle sobre cada uno de ellos, sugiero acceder a otros artículos del blog aquí:
Psicoterapia Caracteroanalítica
Ir a Psicoterapia… ¿Por qué?
➢ Duelo por diferentes motivos: separaciones de pareja, muerte, abandono, duelo migratorio
➢ Depresión
➢ Conflictos de pareja
➢ Dificultad de establecer relaciones afectivas satisfactorias y duraderas
➢ Dificultades en la vida adulta por abuso sexual en la infancia
➢ Falta de proyecto y de sentido
➢ Consciencia de dificultades relacionadas con el carácter
➢ Soledad no deseada
➢ Dificultades para controlar los impulsos
➢ Bloqueo emocional
➢ Dificultad para tomar decisiones
➢ Ansiedad
➢ Dificultades de socialización
➢ Confusión respecto a la crianza de los hijos
➢ Deseo de evolución personal
➢ Experiencias de acoso laboral
➢ Experiencias de maltrato físico y psicológico
➢ Deseo de revisar actitudes machistas y violentas
➢ Dificultades en la elección del proyecto profesional y laboral
➢ Procesos propios de la adolescencia
➢ Dificultades en el funcionamiento sexual
➢ Dificultades en el desarrollo del proyecto migratorio
➢ Dependencia emocional insana
➢ Adicciones “permitidas” (al trabajo, a las compras, a la limpieza, a internet…)
➢ Anorexia y bulimia
➢ Reacciones psicosomáticas (insomnio, fatiga crónica, problemas digestivos, fibromialgia…)
➢ Pensamientos repetitivos
Como podemos ver, no es raro tener motivos para buscar ayuda. Lo raro es no tenerlos y mucho más raro no buscarla aún teniéndolos
Hay otras formas de afrontar las dificultades sin necesidad de escapar de ellas y para eso está la Psicoterapia que, dicho de paso, es algo muy diferente de los programas de entrenamiento para aprender a manejar las emociones según pautas delimitadas y ejercicios para hacer en la semana.
La Psicoterapia no tiene un fin educativo y no ofrece recetas para ser luego aplicadas en la vida “real”. Lo que hace la Psicoterapia es ofrecer la posibilidad de que la persona en dificultades recupere su propia capacidad de gestionar la vida de forma saludable. Por esto es que no es un adoctrinamiento para que quien acude acabe convirtiéndose en un clon de su terapeuta ni es una escuela para aprender a ser persona.
En una Psicoterapia la persona es en todo momento dueña y responsable de su propia vida y el/la Psicoterapeuta es quien le acompaña en un proceso de autoconocimiento y quien ofrece las herramientas para que ese proceso se desarrolle en las mejores condiciones
Como Psicoterapeuta, he elegido posiblemente la vía difícil, pero también la que considero más viable para un buen fin y la más apasionante al tener el privilegio de acompañar el desarrollo de los procesos, mientras la tentación de dar respuestas rápidas se ve afortunadamente frustrada al imponerse el respeto por el ritmo y la singularidad de la persona en análisis.
Buscar ayuda psicológica no nos convierte en personas débiles y tampoco nos salva de la gestión de la propia vida. Lo que sí puede suceder es que lleguemos a conocernos lo suficiente para recuperar la capacidad de vivir con entusiasmo, aún en medio de las tempestades.