Hoy con la piel curtida
de veranos intensos
me cubro bajo el techo
del refugio encontrado.
Tomo un breve descanso
para escribir poemas
me habita el sentimiento
de alguna paz serena.
Tras cientos de caídas
de dudas y certezas
de momentos de gloria
movimientos, finales, nacimientos
me detengo en la ola
de este extraño presente
con la lista vacía
de memorias pasadas.
Con la esperanza atenta
al porvenir desnudo,
con los ojos abiertos
me sorprende un presente
lleno de realidades
que tomo de la mano
que miro ya de frente
y el miedo se disipa, se va, se muere.