Vivir Mejor SÍ es Posible… aunque vamos por la vida como podemos, con nuestras habilidades, nuestros recursos, nuestras defensas. Y hoy me pregunto: ¿Hasta dónde nos damos cuenta? ¿Realmente nos conocemos? ¿Somos como somos, o creemos serlo?
Parece ser que muchas de las situaciones por las que pasamos en la vida diaria y que nos traen confusión, ansiedad o miedo, responden a experiencias que no llegamos a hacer conscientes y reaccionamos a ellas como «sabemos» hacerlo, de forma automática, pensando que es la única manera posible.
Esos automatismos nos llevan a funcionar, respondiendo sin filtro a todo lo que (creemos) se espera de nosotros o, por el contrario, rebelándonos sistemática e irracionalmente ante cualquier estímulo que nos incomode.
Visto así parece que vivimos muy a medias, si pensamos en las capacidades con las que contamos, dada nuestra condición humana.
Hacia la Consciencia
¿Será que somos perezosos/as, que tenemos la respuesta a la mano y no la «queremos» tomar, que somos autodestructivos/as por naturaleza?
Por naturaleza seguro que no. Ni perezosos ni autodestructivos. Y si lo somos, será por algo muy diferente de nuestra condición ontogenética. Eso queda de entrada descartado. Entonces…
¿Será que vamos a ciegas creyendo que vamos por el único camino posible, sin saber que hay otros que supondrían mejores satisfacciones, mayor expansión, mejor equilibrio en nuestro organismo?
En los últimos tiempos he visto a muchas personas haciéndose estas preguntas en el espacio terapéutico. No son la pregunta del millón, ni nada novedoso. Pero, a pesar de los años que llevo trabajando frente a un diván conteniendo sensaciones y diversas biografías, me sigo sorprendiendo con la capacidad que tenemos las personas de abrir tantas puertas hacia la consciencia, cuando nos lo proponemos.
Psicoterapia, una preciosa experiencia
Es una experiencia preciosa, la de la Psicoterapia. Me fascina presenciar ese abrir una puerta… y la siguiente… y la de más allá. No soy yo, como Psicoterapeuta, quien las abre. Nosotros solo damos las llaves que conocemos.
Me encanta comprobar que no hacen falta discursos ni cantaletas para convencer a la gente de que se quiera a sí misma, de que tome consciencia de las cosas o de que tome los caminos «correctos» sino que, por el contrario, es suficiente con acompañar en un espacio terapéutico sano y ofrecer los recursos clínicos necesarios para verse de verdad, sentirse y definirse, y para tomar las opciones que libremente las alas, cada vez más desplegadas, van tomando.
Me fascina presenciar los momentos de consciencia. Escuchar las voces y los cuerpos que se animan a entrar en su mundo interno y que renuncian a seguir transitando sus defensas como si fueran lo único posible
Me encantó hace muy poco escuchar a alguien decir que había «decidido» no seguir huyendo de sí mismo y que estaba preparado para conocer su esencia y afrontar su historia y su carácter.
Algo está sucediendo en nuestras vidas. Pasamos por un momento de alta tensión, entre escalofriantes guerras, absurdos en los terrenos políticos y sociales y, a niveles más caseros, una especie de resaca de la que no todos acabamos de levantar cabeza, después de los últimos años entre encierros, cambios de hábitos forzados, teletrabajos, soledades y aislamientos, hiperconexiones virtuales, etc., que cada quien va gestionado como puede.
Vivir Mejor SÍ es Posible
Lo que no podemos hacer es dejar correr el río sin más, dando la espalda a las sensaciones o tomando vías de descarga que no nos favorecen. No podemos acostumbrarnos a «no ser», a no pensar, a no entrar en relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
Podríamos volver a probar, arriesgar algo de nosotros para ver si esta vez las cosas salen mejor. Investigar qué pasa si en vez de huir de nuestras sensaciones y emociones, nos animamos a conocerlas, a comprenderlas, a gestionarlas con nosotros dentro.
Probemos a ser «mejores personas» pero no en el sentido de portarnos bien para que nos quieran o para que no nos castiguen las fuerzas invisibles, no enfadarnos o ser amigos de todo el mundo, sino en el sentido de ser mejores personas con nosotros mismos, en el auto-cuidado, la consciencia, la lucha por no luchar contra la naturaleza y sus motivos, el auto-respeto y, por supuesto y en consecuencia la capacidad de amar.
Si todo esto te suena a utopía, al menos sueña por un rato. Y si después del sueño te apetece intentarlo, acércate a la biblioteca de esta web para conocer los fundamentos y/o conecta conmigo para acercarte a mi Consulta de Psicoterapia Caracteroanalítica en Denia o para quedar de forma online.
¡¡Porque vivir mejor sí es Posible!!
