Y sigue la rueda girando, y aquí nos volvemos a encontrar. Entre aciertos y contradicciones nos plantamos en el nuevo año con algo más de experiencia, aún cuando la incertidumbre nos descubra sacando lo mejor y lo peor de nuestra especie, dejando plasmada nuestra vulnerabilidad como huella imborrable en nuestras historias personales.
Nos seguiremos viendo, nos leeremos. Seguiremos confiando en la vida aunque de vez en cuando perdamos el camino. Aprenderemos tal vez a dejar para mañana, sin culpas y sin miedos, lo que no nos dio tiempo de hacer hoy. Nos arriesgaremos a irnos a la cama sin poner punto final en nuestra agenda, sin llegar a una meta programada, sin mirar los mensajes en el móvil o las últimas novedades en las redes.
Nos encontraremos para compartir un rato en la pantalla o mejor a la luz de unas velas cara a cara. Nos expresaremos, discutiremos, ganaremos la batalla a la ignorancia, venceremos la incomunicación que nos tiene tan enfermos.
Traspasaremos la falta de contacto entre nosotros. Vamos a vernos porque lo deseamos, que no es lo mismo que hacer lo que nos “da la gana”. Desear también es compromiso, implicación, cuidado por el otro. Si algo nos ha enseñado el tiempo que ha pasado, es que solos no vamos a llegar a nada.
Vamos a vernos porque nos da sentido. Y si hay algún esfuerzo que sea el de hacernos sentir bien entre nosotros. No hablo de falsas palmaditas en la espalda pero sí de respeto si no es mucho pedir, especialmente hacia las diferencias, mirando más allá del propio ombligo, trascendiendo egos y supuestas verdades que más que aclarar, separan.
Antes de aplicar el viejo truco de culpar a otros por nuestras miserias, miraremos dentro. Encontraremos los hilos que nos atan a antiguas historias personales que habitan en lo oscuro de nuestra inconsciencia y aún así nos desvelan distorsiones de la propia realidad. Esas que, al encontrarlas, nos devuelven la capacidad de placer y fluidez.
Soñar no cuesta nada y aunque no conviene dar la espalda a una realidad tan evidente, tampoco avanzaremos demasiado estando siempre a punto de tirar la toalla o en los cíclicos altibajos de los ánimos. Así que de momento propongo andar con la mirada bien abierta para ir hacia las luces que aparezcan para ayudarnos a sacar cabeza.
Por aquí sigue habiendo una ventana, ya sea para leer las publicaciones del blog, para acudir a mi consulta de Psicoterapia en Denia o para recibir una atención psicológica online.
Y consecuente con el plan, con casi 10 años y algo más de 400 entradas publicadas, seguiré contándote las ideas y experiencias que me parezcan interesantes compartir, aunque ahora con una frecuencia menos sistemática y más espontánea. Es el ritmo que me pide el cuerpo, el blog y la vida misma.
Además encontrarás actualizaciones de los escritos ya publicados, y por supuesto estás invitado/a a compartir este proceso. Se trata de leer y releer, recordar y sentir si hoy día siguen válidos, porque también por aquí la rueda sigue girando.
Aún conscientes de que lo virtual nunca sustituirá lo presencial, este año Enredad@s continuará siendo otro recurso para encontrarnos. Ya es larga la lista de personas apuntadas a este programa de apoyo emocional online. Entre todos y todas seguiremos dando vida a este proyecto que nació respondiendo a la llamada de quienes solicitan ayuda pero no pueden acercarse a la consulta por diversos motivos.
Así que adelante, sigamos encontrándonos. Reconozcamos nuestra autentica forma de estar en este mundo que tantas pruebas nos está poniendo. Que no falten la salud y la alegría, que no pasen desapercibidas las buenas compañías y que siempre nos quede algo más por aprender.
