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¿Por qué me siento tan mal si todo me va tan bien?

Eres una persona afortunada y aún así, en el más profundo secreto te dices... Sí, todo va muy bien pero... ¿por qué me siento tan mal?

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miedo-a-la-felicidad
Foto tomada de: Shirley Jaffe, “Todos juntos”. Centre Pompidou Málaga

La vida te va de maravilla. Lo que algún día proyectaste ha resultado tal como esperabas o incluso mejor. Una relación de pareja satisfactoria, una bonita familia, un trabajo interesante, excelentes amigos, tranquilidad económica. ¿Qué más se puede pedir?

De tanto en tanto aparece una rara sensación de inquietud, como si hubiera algún problema. Das vueltas en la cama, te pasas algún semáforo en rojo por la distracción, alguien te pregunta si te pasa algo a lo que sólo puedes contestar con una sonrisa que eres la persona más afortunada del mundo, mientras en el más profundo secreto te dices… Sí, todo va muy bien pero… ¿por qué me siento tan mal?

Es una excelente pregunta que sólo tú mismo/a puedes responderte si la consciencia te lo permite. De momento se me ocurren algunas pistas que te pueden sonar más o menos en tu situación particular y que pueden ayudar a afinar tu percepción. 

1. Tú no lo recuerdas, pero tu cuerpo sí

El cuerpo guarda memorias y aunque nuestra mente se empeñe en matar los recuerdos, éstos aparecen muchas veces disfrazados de angustia, respuestas psicosomáticas, sensaciones incomprensibles o actitudes desconcertantes. 

Puede ser entonces que no lo hayamos pasado tan bien en otros momentos y que ni si quiera lo recordemos. Puede ser también que lo  recordemos pero no nos haya parecido necesario resolver en su momento, por ejemplo un duelo, un fracaso, una mala racha o una experiencia amenazante

Y ahora que todo va tan bien, algo invisible interrumpe el bienestar como en esas películas en que el pasado persigue al personaje mientras éste huye despavorido hasta que el pasado consigue acorralarlo o  su víctima encuentra la salida de su laberinto.

2. Tú o tu máscara

Con el tiempo se van perfeccionando las defensas que nos permiten lidiar con el mundo y la coraza del carácter se endurece si no hacemos nada para recuperar su flexibilidad. Y llega un momento en que ya no se sabe si uno es lo que es o la máscara que vela el verdadero ser. 

Puede pasar entonces que de tanto oír que las cosas tienen que ir bien, que nadie se entere de tus fracasos o que mantengas en alto la imagen de tu estirpe, alguien decida ponerse el disfraz de la bienaventuranza y aparecer como si todo fuera bien, cuando en realidad no tiene idea ni de cómo se siente.

Por supuesto, esa coraza dejará entrever de vez en cuando alguna grieta y es ahí donde aparece un atisbo de consciencia que pregunta… Y si todo va bien… ¿por qué te sientes tan mal?

3. No todo va tan bien

Cuesta aceptarlo, pero aunque lo ignorares a veces no todo va tan bien y lo maravilloso de esa pareja, familia o trabajo parece más un espejismo que una realidad. 

La negación es uno de los mecanismos de defensa que el inconsciente utiliza para proteger al mundo psíquico de experiencias impactantes. Por eso es que a veces preferimos excusar a quien no nos trata tan bien o a justificar nuestra permanencia en una situación por motivos aparentemente ajenos a nuestra voluntad.  

Con el culto al pensamiento positivo, es fácil dejar en las profundidades resquicios de malestar, mientras se sigue caminando  como si los zapatos llevaran piedras, arrastrando los pies con el peso de la insatisfacción vestida de complacencia. 

4. El problema ya pasó

Nuestro sistema nervioso autónomo se resiente cuando vivimos experiencias amenazantes, peligrosas, de carencia o de inestabilidad. Así, el equilibrio entre el sistema simpático y parasimpático se tambalea, priorizando por ejemplo el estado  de alerta en detrimento de la relajación, la vigilia sin descanso, la desconfianza sin abandono, el bloqueo energético sin fluidez.

Pero como dice el refrán, no hay mal que dure cien años y llega un momento en que la rueda gira y nos ponemos en una mejor situación. Todo está listo para empezar a disfrutar por fin… a excepción  del sistema nervioso que mantiene su estado de alerta por si acaso vuelve a suceder la desafortunada experiencia. 

Pero… ¿por qué me siento tan mal cuando todo me va tan bien?  Posiblemente porque no se han desactivado las funciones que se pusieron en marcha cuando las cosas no iban tan bien como ahora, con lo cual no sería mala idea dar al cuerpo la oportunidad de recuperar su ritmo natural.  

5. Esta insoportable felicidad

Cuidado con lo que deseas porque se cumple, dice otro acertado refrán. Y la felicidad es uno de esos deseos que llenan tarjetas, cartas y mensajes en todas las épocas del año. Parece ser la reina de la satisfacción personal a la cual se aspira conocer lo antes posible. 

La felicidad, tan ansiada como insoportable. ¿Y si se acaba? ¿Y si no es real? ¿Y si exploto de tan feliz que soy? Cada quien tiene su construcción de lo que es ser feliz, basada en experiencias y en transmisiones socioculturales. 

Pero cuando el placer se experimenta más allá de los conceptos preestablecidos, en ocasiones se torna insoportable y la tendencia es a ponerle freno, convirtiéndolo en algo desagradable y angustiante. 

Es la situación de muchas personas que dicen no soportar la felicidad y prefieren mantenerse en una neutralidad emocional sin que nada les afecte ni les perturbe y ante momentos de intenso placer se preguntan de nuevo: ¿Por qué me siento tan mal si todo me va tan bien?

Así pues, la pregunta puede obedecer a varias respuestas posibles y solo tú podrás encontrar y recorrer el camino que te lleve a resolverla. 

Si crees que andar ese camino en compañía tiene sentido, la Psicoterapia Caracteroanalítica  es una fiable alternativa al permitir recuperar el funcionamiento bioenergético, gracias a la sistemática del trabajo psicocorporal en combinación con el análisis del carácter.

Porque sólo cuando somos capaces de experimentar la vida con naturalidad, podremos transitarla dando y tomando cada día lo mejor de este mundo que habitamos.

💧Ultima actualización: 15 Enero de 2023

Gracias por compartir este artículo

2 comentarios en «¿Por qué me siento tan mal si todo me va tan bien?»

  1. y añado una razón más para explicar(me) no sentirme rotundamente ‘bien’, cuando todo me va tan bien…:
    La convicción consciente o más bien inconsciente, que todo en la vida ‘conlleva’ sufrimiento. Y hasta los buenos tiempos llevan en sí el miedo – y para mi la seguridad – a perderlos. Hasta la vida…
    valentinaustria@gmail.com

  2. Aun que salga bien en mi escuela ( notas ) w incluso en casa me sale todo bien. Me pongo triste y pienso que no es real, que nada tiene sentido y incluso que no quiero vivir, a lloro unos segundos.

Los comentarios están cerrados.

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