Rupturas Amorosas – 12 Canciones y un Adiós

Peor es no saber quién eres, agua pasada, tierra quemada
que dé igual esperarte o que me esperes.
– Joaquín Sabina –
(Puntos Suspensivos) 
🎸

Hace poco escribí «Ruptura de Pareja y su Torbellino Emocional». Hablaba de las rupturas amorosas y de cómo escuchamos constantemente mensajes que normalizan la plaga emocional de la que hablaba Wilhelm Reich y de lo impactante de que, a pesar de tanta «evolución» en nuestras sociedades, transmitir enfermedad resulte más rentable que invertir en salud.

Porque vende mucho hablar de amor… y aun más de desamor. ¿Por qué será? Son «productos» muy rentables, muchísimo más que referirse al o a la ex-pareja con expresiones propias de la aceptación de una realidad que, no lo vamos a negar, a veces resulta desafortunada.

No vivo en Disney. Sé que hay experiencias muy duras, he pasado por algunas y otras las escucho –y las siento– cada día en mi Consulta de Psicoterapia en Denia, donde me sigo sorprendiendo de la capacidad que tenemos los seres humanos para hacernos tanto bien y tanto daño, pero sobre todo para salir de túneles verdaderamente oscuros.

Me sigo sorprendiendo, por fortuna… Sé que no todas las relaciones pueden acabar con un «gracias y hasta siempre». A veces hay que cerrar la puerta con candado, bien, bien cerradita…¡Claro que sí!

Pero a veces no. En ocasiones, lo que hay que abordar es ese resquemor que hace arder nuestro rasgo narcisista o que nos sumerge en nuestros más antiguas experiencias de abandono, impidiéndonos aceptar los cambios y los finales, el hecho de que él o ella, con toda su libertad, prefirió tomar un camino diferente al nuestro o de que nosotros/as mismos/as decidimos partir, por considerarlo necesario para nuestra evolución.

Vamos a escuchar música. A esta selección yo le llamo «música anti-plaga», porque acompaña y alivia en los vaivenes de los duelos por las separaciones afectivas. Música que no trae vendas para taparse los ojos pero tampoco armas para herir. Vamos a escuchar música que nos ayude a experimentar «amorosas rupturas» mientras vivimos nuestras «rupturas amorosas».

Música que nos lee y nos traduce, que nos refleja el momento del duelo, durante o después de las rupturas amorosas, que nos ayuda a «tristear a gusto» como dicen por ahí.

Según tu edad, algunas te parecerán entrañables o tal vez antiguas. Da igual, escúchalas aunque carezcan de increíbles efectos y de los más actuales recursos tecnológicos, porque la sinceridad de sus voces y de sus letras no te dejará indiferente, o eso espero…

Ha sido muy difícil elegir entre tantas bellas canciones de despedida por una ruptura amorosa. Para no empalagarnos de adioses, yo te sugiero que, si las escuchas de verdad, te lo tomes con calma para poder sentirlas y también para comprender su sentido en el contexto de este blog:

1- Pero cómo le haré

Así empezamos, muriendo de amor, en plan taberna o «tienda de despecho», pretendiendo ahogar las penas mientras pensamos que nunca lo superaremos. Aun así, con las «perlas» a las que nos tienen acostumbrados las rancheras, a esta canción se le «agradece» haber tomado en cuenta que la otra persona puede «decidir» irse y, aunque nos cause sufrimiento, no podemos atarla de pies y manos.

Sigue escuchando… ya verás cómo SÍ se puede sobrevivir a una ruptura amorosa y seguir la vida sin que sangre la herida cuando falte el amor.

2- Se me olvidó que te olvidé

Aichh… pensábamos que ya estaba superadísimo, que lo habíamos «olvidado» todo, y salimos corriendo hacia adelante, a pecho descubierto. Nos estrellamos contra la pared y claro… volvió a sangrar la herida. Calma… habrá que respirar la despedida un tiempo más, y tal vez darnos cuenta de que no se trata de «olvidar» sino de situarnos en este nuevo momento. Mientras tanto, habrá que atravesar unos cuantos altibajos hasta recuperar un mínimo de estabilidad. Paciencia…

3- Baracunátana

Vale… no vamos a hacernos los puristas del amor, queriendo al o a la «ex» como si nada hubiera pasado, perdonando, agradeciendo, haciendo que comprendemos… cuando todavía no hemos ni caído en cuenta de que esto ya se acabó. Cada quien conoce sus ritmos y sus motivos, pero haya pasado lo que fuera, de vez en cuando viene muy bien reírse de uno mismo… Sí… ¡aun en pleno duelo! Así que, por un ratito, vamos a bajarle al drama con este despliegue de creatividad.

4- Ahora ya ves

Y ahora más en serio, aunque no haya sido fácil, aunque no lo sea aún, mientras nos duele y nos causa enfado y frustración, vamos re-conociéndonos, experimentando, re-comenzando. Andamos de cara a la vida, con momentos de tristeza y aún con cierta torpeza, hasta que una mañana despertamos cantando: Ya sé cómo seguir aunque tú no estés… Y esta vez ya parece de verdad.

5- Ganamos

Cuando, independientemente de quién puso el punto final, sentimos que lo perdimos todo con la ruptura y creemos que lo único que ha quedado son despojos… reflexionamos y nos damos cuenta de que algo ganamos juntos, aunque hasta hace muy poco la mirada nublada no nos haya dejado percibirlo. Cantar puede ayudar… porque aún nos queda a cada uno más cosas bellas que vivir.

6- Me va la vida en ello

Lo dimos todo, y más. No hace falta que nadie nos recuerde que se terminó nuestra relación, que acabó este capítulo de nuestra historia. Es cuando nos preguntamos si de algo ha valido el tiempo compartido, más aun cuando intentamos vivir la pareja en coherencia con nuestros criterios personales, tanto que, en un momento dado, permanecer no pudo ser la opción. Aunque sea solo por esa coherencia, seguro que no todo fue naufragar.

7- Te dejo ir

De pronto, sin darnos cuenta, ya no apagamos la radio cuando suena esta canción, porque podemos al menos tararear: Te dejo ir como mi miedo a los fantasmas… te dejo ir como lo que el viento arrastra… Vamos avanzando, descubriendo que podemos seguir nuestro camino y abrazar los recuerdos que permanecerán. Suena liberador, ¿no?

8. Requiem

A veces no nos volvemos a encontrar ni podemos evolucionar hacia otra forma de relación y la pérdida se asocia, literal o metafóricamente, con la muerte. Incluso en ese momento el amor puede hacerse presente. Entonces… ¿cómo no amar esta canción? Está llena de todos los sentimientos posibles, de una voluntad de liberación y de una mirada hacia el horizonte claro y vital. Lo dice todo, a veces sin decirlo porque de todas formas aquí te me quedas de algún modo.

9. Nada personal

A veces sí nos volvemos a encontrar y, al vernos por casualidad, sentimos que las heridas ya no duelen como al principio. Podemos mirarnos a los ojos y contarnos cómo estamos, con un genuino interés en el mutuo bienestar y la consciencia de que ya no habrá nada personal (no hace falta explicar el sentido). Buena señal…

10- Ja no fa mal (Ya no hace daño)

En todos los idiomas lo decimos. Ha pasado el tiempo y ahora somos capaces de valorar el aprendizaje de la despedida en una relación amorosa, incluso cuando el final no fue muy amable. Con una faceta diferente del mismo amor que nos unió, ha llegado el momento de poder decirnos: que tinguem sort i no oblidar tot el que ens va marcar. (Idioma: valenciano).

11- Llévame en un beso

Así que, entre miedos, rabias, lamentos, dolores, reflexiones y liberaciones, llegamos al final de un proceso de ruptura amorosa y es aquí donde nos damos cuenta de que no hay final sin principio en nuestras andaduras vitales. Esta es una bonita manera de honrar el tiempo que pasó, cuando hemos completado nuestro duelo y podemos llevarnos en un beso.

Aquí termina la selección de canciones relacionadas con la despedida de una relación de pareja, o en todo caso de nuestras rupturas amorosas. Pero antes quisiera recordar, con la siguiente, el motivo que me llevó a proponer esta entrada en el blog:

12- Sin puntos ni comas

Esta es la única de las canciones elegidas que no se refiere a la otra persona. Es una reflexión a considerar, ya sea cuando hemos terminado una relación, cuando empezamos otra o simplemente cuando nos disponemos a revisar nuestras actitudes en la convivencia con los demás.

Así pues, entre encuentros y despedidas nos vamos transformando y evolucionamos gracias a nuestros compañeros y compañeras de vida. Hemos hecho el duelo, hemos salido del túnel y hemos comprobado que podemos seguir en movimiento, aun con nuestras legítimas contradicciones… ¡hasta la próxima aventura!

Y tú… ¿qué escuchas?